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En marzo comienza el año pagano


Antes de establecerse el calendario juliano, marzo era el primer mes del año dedicado a la Gran Madre, que recibía diversos nombres según los lugares. Las 'marzas' eran los cantos que los mozos entonaban para celebrar este primer mes del año y la proximidad de la primavera, que se han conservado en el norte de España.

Los atenienses veneraban a Palas Atenea, los cretenses a la amazona Artemisa, Esparta y Micenas, a Hera, y otros pueblos del Ática al dios fauno Pan. Sólo los del Lacio, se quejaba Ovidio, veneraban a Marte "porque éste preside los combates, que eran los que proporcionaban a este puebo feroz el poder y la gloria".

Desde siempre han existido dos modos de celebración: por la fuerza bruta de matar animales o torturarlos, de ofrecer víctimas a dioses crueles o luchando entre combatientes como los gladiadores y otras salvajadas del circo.

Por otro lado, las celebraciones festivas pueden tener un tinte más amable y lúdico, de fiesta y diversión disfrutando de las cosas bellas de la vida. Que son muchas: el amor, el canto, el baile, el vino, la naturaleza, la amistad, el arte... ¡tantas!

Para la mayoría de los pueblos paganos, las fiestas de marzo estaban dedicadas a la resurección cíclica de la Primavera; una resurección que ha sido precedida y anunciada por la muerte del grano, del espíritu de la vegetación encarnado en el hijo y amante de la Gran Diosa: Attis, Dionisos, Osiris....

Es éste un tiempo de preparación para esa eclosión del ánima y del cuerpo que la resurección cíclica de la Naturaleza nos depara. Y somos naturaleza....


Por fecha
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