A la búsqueda de la poltrona
Que me perdonen los sindicalistas de base, esos que se baten el cobre cada día por las causas varias de las y los trabajadores, pero no pido perdón a los popes de los sindicatos, apoltronados en la redundancia de sus poltronas y viviendo (y muy bien) de las causas perdidas que se suceden. Y digo causas perdidas porque en estos aciagos años de crisis nos hemos tenido que tragar toda la 'reforma laboral' sin que los sindicatos hayan librado batalla alguna reseñable, sino que incluso la han aplicado sin rubor alguno.
No sé a qué se dedican esos jerifaltes que comen y cenan con la alta clase empresarial, como si de colegas se tratara, mientras las mujeres seguimos cobrando un 19, 23 0 29% (según los lugares) menos que los varones en iguales circunstancias sin que a ellos se les despeine el tupé. Mírenlos, ahí los tienen, los machos alfa de la clase sindical, que esta noche del 11 de marzo, se lanzarán a su deporte favorito de 'juego de tronos'. Para bufones de la corte siempre ha habido una fuerte competencia. Los sindicatos han desaparecido, sólo queda su 'performance'.
A las mujeres aún nos queda la tarea de crear nuestros propios sindicatos. Es lo próximo.