top of page

Lucro incesante


Este conocido señor, que mira tan triste detrás del cristal, está en la ventanilla esperando a que el Estado le pague la nimia cantidad de 1.300 millones de euros. El pobrecito se puso a hacer fraking frente a las costas de Castellón y... ¡vaya por dios! la tierra empezó a temblar hasta que la gente protestó y protestó y el desgraciado Florentino tuvo que renunciar a su prometedor negocio. ¿Adiós pingües beneficios? No, qué va. Florentino, que viene chuleando al Estado hace mucho tiempo, se está quedando con múltiples servicios que la Administración está privatizando a favor de su enriquecimiento y de la explotación de los que trabajan para él: CLECE y otras S.A., pero no le basta. Lo suyo es de 'bulimia económica'.

Bueno, pues ahora resulta que el tal señor, Presidente también del Real Madrid, club de fútbol, tenía firmado un contrato con nuestro estúpido Gobierno, que le daría la cantidad citada si 'su negocio' (el de Florentino) salía mal, aunque fuera por su propia incompetencia, en virtud del concepto de LUCRO CESANTE. Es decir, que ahora los empresarios, los negociantes o los chorizos ya ni siquiera arriesgan su capital, sino que serán resarcidos por un Gobierno ilimitadamente generoso con nuestro dinero si estos piratas no ganan todo lo que preveían. (Por cierto, ¿con quién firmó el contrato? ¿Ministro Soria tal vez? Ah, ya. Dios los cría...)

En fin, que ahora, en la época triunfante del neoliberalismo, los que ganan dinero a espuertas con un LUCRO INCESANTE, cuando dejan de ganar, el Gobierno les resarce en virtud de un nuevo concepto que parece de 'Aladino y la lámpara maravillosa': el de LUCRO CESANTE. ¿Somos idiotas?

Por fecha
bottom of page